Todo necesita balance. Esa es una de las cosas que más admiro de Jesús. Aunque todos sus discípulos eran diferentes, de profesiones distintas logró que todos fueran necesarios en el Reino, cada quien con su asignación. Pedro era pescador, Mateo cobrador de impuestos, Lucas médico. Jesús logró levantar un equipo equilibrado donde todos eran importantes, incluso supo manejar la relación con judas hasta el último momento sabiendo que era el traidor.

Me gusta el balance de Jesús, atendía los ancianos, pero también a los niños, atendía a los pobres y también a los ricos, predicaba a miles, pero también lo hacía a solas como a la mujer samaritana en el pozo de Jacob, confrontaba el pecado, pero amaba al pecador. Tenemos que tener cuidado y no quedarnos en los extremos.

En una iglesia no solo es importante el que predica, también lo es el que modula el sonido, el que incendie los aires, el atiende el parqueo o el que limpia los baños. Cada quien en su asignación y en la honra que Dios le ha permitido. La gente talvez mira el mensaje que predicamos un domingo, pero detrás de nosotros hay o sinnúmero de personas que hacen posible que ese mensaje se transmita. Eso es balance, todos somos importantes. Eso es lo que el apóstol Pablo trató de ensañarnos cuando hablo a los corintos que todos somos parte del mismo cuerpo.

Asimismo, puedo decir de una empresa, es importante el empresario que ejerce de dueño, como lo es el trabajador que hace el producto y se beneficia con un salario.

También en el país, aquí nos necesitamos todos, es tiempo que cambiemos la mentalidad y reconozcamos que podemos hacer más juntos, que trabajando divididos. ¡Eso es balance!

Considero que los extremos crean más daños que beneficios. Si usted está a dieta, no se vaya al extremo, si alguien lo traicionó no diga que todos son iguales, si tuvieron un pleito en el matrimonio no hable de divorcio, si alguien le aplaude no diga que está volando, si alguien lo difamó, no diga que todos lo hacen, si a usted le va bien no hay porque juzgar al que fracasó, si logró estudiar no intimide al que no lo pudo hacer. ¡Balance, balance, balance!

Todos nos hemos equivocado y en la carrera de la vida no hay graduados porque todos los días estamos aprendiendo.

En cuando a la pérdida del balance en nuestra salud y familia tenemos que tener cuidado porque podemos estar sembrando hoy el fracaso de mañana. Ignorar este principio del balance nos puede traer grandes consecuencias. Dios cuando creó el universo trabajó seis días y descanso el séptimo enseñándonos la necesidad que tenemos todos de descansar.

Dios le dijo que Moisés en Éxodo; mi presencia te dará descanso. Moisés estaba sintiendo fatiga por pastorear un pueblo muy grande y con muchos problemas por solucionar. Muchos líderes fracasaron no porque perdieran la visión o el deseo de lograr algo si no porque se acabaron sus fuerzas o sencillamente se fatigaron mentalmente y sucumbieron ante los devastadores efectos del estrés, la ansiedad y la depresión.

Muchos problemas de salud ahora mismo se deben al hecho de ignorar el principio que Dios no dio de descansar y de cuidar nuestra salud. El descanso debe ir tres direcciones; cuerpo, alma y espíritu. Todo con balance.

Cuantos matrimonios ahora mismo están al borde del precipicio porque se olvidaron de tomar tiempos a solas para conversar, compartir y limar asperezas y lo hacen hasta que tienen el agua al cuello y cuando ya la relación está irremediablemente rota. Todo matrimonio y familia tienen un semáforo imaginario y nos marca los estados en que estamos, no ignores la luz amarilla que te dice que hay algo que tratar, que quizás ahora no es urgente, pero si no se atiende hoy, mañana si lo será. ¡Balance! No digas estoy muy ocupado porque después de Dios tu familia es tu primera ocupación. Por supuesto vamos a trabajar, a esforzarnos por salir adelante, pero con todo con balance.

Es tiempo de hacer cambios para equilibrarnos en todas las áreas de nuestra vida.

Que Dios nos de gracia y sabiduría para tomar las decisiones correctas en el tiempo correcto y con la actitud correcta.

¡Que Dios te bendiga! ¡Comparte con tus amigos!

@PastorNatanPeña