El peligro de perder el balance (Parte 1)

El peligro de perder el balance (Parte 1)

Escrito el 21/08/2017
Pastor Natan Peña


Perder el balance en nuestras vidas es sin dudas una de las principales razones de nuestros fracasos. A todos nos ha pasado alguna vez, pero debemos aprender de nuestros errores porque de lo contrario seremos un experimento continuo. Una persona sin balance no es una persona desocupada, sino más bien alguien que está haciendo algo olvidándose del resto de cosas importantes en su vida.

Esto nos sucede en todos los ámbitos, desde nuestra salud hasta el manejo de nuestras finanzas. Cuantas personas se dedican solo a trabajar y no tienen tiempo para descansar, es hasta que pasan una crisis en su salud que se dan cuentan los errores que están cometiendo con su cuerpo. Siempre he pensado y lo he predicado que debemos esforzarnos por prosperar, pero debemos hacerlo en todas las áreas, de nada sirve que un hombre se esfuerce solo por prosperar materialmente descuidando su familia, su vida espiritual o su salud. Después de un tiempo quizás tenga dinero, pero no tendrá familia, ni paz, ni salud. ¡Todo requiere balance!

El apóstol Pablo dijo que una señal de los últimos tiempos es la avaricia. Eso no es más que el amor al dinero y el deseo desmedido de poseer riquezas. En esto mucha gente está desbalanceada, incluso nos puede pasar a nivel ministerial y espiritual sin darnos cuenta. Muchas personas están mal financieramente hasta dejaron de diezmar y ofrendar porque su presupuesto está sobregirado, no es que Dios no los bendice, si no que tienen un desequilibrio entre lo que ganan y lo que gastan. No pida oración por salir de una crisis financiera cuando lo que necesita es aprender a administrar mejor.

Los pastores tenemos que pastorear con equilibrio. Yo no puedo todos los domingos estar predicando sobre un tema en particular porque la iglesia necesita aprender de todo.

Todos queremos prosperar, pero la pregunta es; ¿A que precio? Para mí la mejor herencia que puedo dejar a mis hijos no es lo material, lo material es terrenal, superficial y ellos lo pueden obtener en cualquier tiempo de sus vidas si aprenden a hacer las cosas bien. ¡Ojo dije la mejor herencia! Por supuesto que debemos esforzarnos porque ellos vivan bien y tengan una herencia que les permita comenzar en nuestros hombros y no tengan que pasar lo que nosotros pasamos, pero no es la mejor herencia. Una herencia espiritual y de fe es mayor porque es eterna, generacional y puede cambiar el rumbo de sus vidas hasta la eternidad. Esa si es una mejor herencia. Como lo dice mi pastor; las relaciones son una herencia que vale más que las riquezas.  El sabio salomón dijo que el buen nombre y la buena fama son más que una herencia de recursos materiales. ¡Hay que hacer una cosa sin dejar de hacer la otra!

Lo mismo podría decir del balance en la familia. Les digo a los padres de la iglesia; no obligues a tus hijos a llevar ocho o más materias en un periodo universitario porque después ellos no tienen tiempo ni para congregarse el domingo en la iglesia. Con el tiempo terminan aplazados, deprimidos, enfermos, apartados de Dios y sin ganas de seguir estudiando. ¡Todo con balance! Solo son adolescentes, no hay prisa, seamos sabios, lo mejor que le puede pasar ellos es que al mismo tiempo que estudian, desarrollen su relación con Dios, descubran su llamado, pasen tiempo de calidad en familia y desarrollen relaciones sanas en el Reino.

¿Estás a dieta?  Hazlo con balance, algunos quieren bajar en un mes las libras que ganaron durante veinte años. Ve poco a poco. Igual si estás en proceso de reconciliación en una relación, ve paso a paso. Si estás recuperando tu matrimonio no te desesperes, llevará tiempo, pero Dios premiará tu fe y paciencia.

¿Te alaban por tus logros? Balance ¿Te critican? No pierdas la compostura. Honduras, la iglesia, las familias, la sociedad en general, nos urge volver al balance.

Decide hacer un cambio en tu vida hoy, pídele a Jesús que te ayude y que te dominio propio.

¡Comparte con todos tus amigos!

@PastorNatanPeña